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El impacto de la venta de Twitter en el ecosistema de medios

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pexels

10 de Mayo de 2022

10 de mayo de 2022

Twitter es la plaza pública de los periodistas. A pesar de ser una de las redes sociales más pequeñas, la red del pájaro azul es la más influyente en el mundo de los medios de información. Por eso, la reciente adquisición de Twitter por parte del multimillonario Elon Musk, despertó la curiosidad -y la preocupación- entre muchos usuarios que se preguntan cuáles podrían ser las consecuencias de esta transacción en el sector de los medios. 

En un artículo publicado recientemente en el portal web de la Asociación Internacional de Medios de Comunicación (INMA, por sus siglas en inglés), Peter Bale -periodista y consultor de medios- enumera varios ejemplos para argumentar por qué la adquisición de Musk tendrá un enorme impacto en los medios y el público general. 

Autenticar las cuentas manejadas por humanos para combatir los robots que abundan en la red social, habilitar el botón para editar tuits, implementar un modelo de suscripción (para dejar atrás el modelo basado en la venta de publicidad) y compartir el algoritmo de la plataforma son algunas de las ideas que Musk ha compartido desde que asumió la jefatura de la empresa el pasado 11 de abril y que, según Bale, dejan ver que el nuevo dueño tiene intenciones de hacer cambios profundos en la manera en que ha funcionado la plataforma hasta ahora.

De acuerdo con el periodista, Musk se ha descrito a sí mismo como un “absolutista de la libertad de expresión”. Por ejemplo, ha criticado frecuentemente las políticas de moderación de Twitter diseñadas para limitar el uso de la plataforma para hostigar, intimidar o difundir desinformación. Sin embargo, advierte Bale, “Musk todavía no está 100 por ciento seguro de lo que puede cambiar”. “Parece claro que favorece un enfoque de moderación más abierto, una postura que, si se implementa a nivel corporativo, seguramente lo pondrá en conflicto con múltiples reguladores”. 

Especialmente, teniendo en cuenta que algunas de sus ideas riñen con la sección 230 de la ley norteamericana de Decencia en las Comunicaciones, que protege a las plataformas tecnológicas de ser legalmente responsables por el contenido que los usuarios publican y que es considerada por muchos como la ley más importante que protege la libertad de expresión en Internet. O, por otro lado, con la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos que prohíbe al gobierno restringir la mayoría de las formas de expresión, y al mismo tiempo permite que empresas privadas como Twitter y Facebook pueden crear reglas para moderar los discursos de odio si así lo desean.

Lo mismo piensa Evelyn Douek, experta en desinformación y en la Primera Enmienda, quien publicó un artículo de opinión en The Atlantic advirtiendo que Musk se llevará una gran desilusión al darse cuenta de que una plataforma como Twitter no puede existir sin moderación. “Si Musk cree que puede existir sin una moderación extensiva del contenido, se sorprenderá. Una regla universal de las plataformas generadas por los usuarios es que cada una de ellas tiene que moderar las publicaciones una vez que alcanza un cierto tamaño. Una plataforma que se niega a ensuciarse las manos eliminando contenido pronto se verá inundada de estafadores, pornografía, reclutadores de terroristas y, a veces, publicaciones de mierda, literalmente”.

Sobre los temas relacionados con el negocio, Bale habló con Robert Whitehead, líder de la Iniciativa de plataforma digital de INMA, quien le dijo que Musk buscará lograr que Twitter sea más rentable como empresa. Twitter gana tres centavos por twit, algo que está muy por debajo de su umbral de supervivencia. Necesita una reconstrucción profunda si quiere respaldar de manera sostenible sus objetivos de revisión de contenido. Hasta ahora, Musk ha señalado que no es fanático de más publicidad, un rubro que representa el 90 de los ingresos de Twitter. Ha sugerido que las suscripciones de los usuarios de Twitter deberían incluir una herramienta para apagarlo por completo”.

Para Whitehead, “si bien es demasiado pronto para que alguien, incluso Musk, lo sepa, una estrategia probable es que regrese a un modelo comercial de plataforma digital clásico con respecto a la publicidad, y establezca cobros diferenciados por uso comercial y los servicios premium. Para los medios, los legisladores y otros usuarios comerciales, este escenario podría significar, por ejemplo, que podrían necesitar pagar para convertirse en colaboradores profesionales para publicar sus mensajes verificados y posiblemente enlaces a noticias”.