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El contenido es el rey

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08 de Octubre de 2020

7 de octubre de 2020

“El contenido es el rey” fue el título de un artículo publicado por el visionario Bill Gates, fundador de Microsoft, en 1996. Gates supuso que los micropagos podrían ser una posibilidad real para los medios de comunicación, tal y como se puede leer en su texto de antaño.

Sin embargo a finales de los 90 aún no era claro el modelo de negocio del periodismo en la naciente web, lo único cierto era que allí había que estar, con sitios pensados para divulgar información y traspasar fronteras para alcanzar nuevas audiencias, era la era de la web 1.0. El camino de la monetización era especulativo, todo era nuevo, la democratización de la información como consecuencia del nacimiento de la WWW (World Wide Web) se veía venir.

Ese fue el momento en que los medios de comunicación se hicieron el harakiri regalando sus contenidos, con la ilusión de la prosperidad de la novedosa publicidad en internet. El primer banner de la historia apareció en la revista Wired en octubre de 1994, el anunciante disruptor fue AT&T y en su momento logró que 40 de cada 100 personas que lo vieron hicieran clic en él; tasas de conversión del 40% impensables hoy.

La ilusión era tal, que entre 1997 y el 2000 se dio la ‘burbuja de los punto com’, época en que grandes compañías globales con base en internet alcanzaron valores exorbitantes en las bolsas de valores; pero la burbuja reventó en marzo del 2000 y muchas de estas quebraron.

Sin duda las empresas que se han sabido lucrar de los contenidos generados por los medios y los usuarios son Alphabet (Google) y Facebook, el duopolio se lleva más del 70% de la torta de la publicidad digital del mundo. De ahí su generosidad para con el periodismo con sus programas “Google News Initiative” y “Facebook for Journalism”.

Vengo de casa periodística, allí crecí como profesional y entendí los vericuetos de los medios, los altos costos humanos, financieros y técnicos asociados no solo a la producción de contenidos, sino a la publicación ‘gratuita’ en la web. Por eso valoro su misión y el trabajo de los  periodistas, porque hoy, en un mundo atiborrado de información, donde no toda es de calidad ni cierta, debe recompensarse el contenido de valor. La pandemia también ha puesto en jaque a varios medios centenarios. Esto debe ser motivación suficiente para que cada quien en la medida de sus posibilidades, contribuya con los muros de pago (paywall) que van desde el blando, en el que se accede con un registro, el poroso donde  hay una parte gratis y otra paga y el duro donde se paga por todo. Siempre valdrá la pena apoyar el buen periodismo, hacerlo es cuidar la democracia.

En mi columna de hace 2 semanas hablé de los ‘demonios’ de las redes sociales; haciendo una extensión al tema los invito a que vean el nuevo documental de Netflix “El dilema de las redes sociales”, reflexión profunda de la exposición de nuestra privacidad versus el uso ‘gratis’ de las plataformas.

Por: Elizabeth Ramírez Correa (@LizRamirezC)