28 de diciembre de 2021
¿Es posible que en el futuro los entornos digitales y la manera en la que las personas los utilizan contribuyan al bien común? Esta fue la principal pregunta que el Pew Research Center y el Centro para Imaginar el Internet de la Universidad de Elon consultaron a más de 800 especialistas con el objetivo de conocer cómo esperan que evolucione la esfera pública digital para 2035.
Según el estudio, que fue realizado entre junio y agosto de 2021, la preocupación por el aumento del tono agresivo y de las interacciones dañinas y manipuladoras en algunos espacios en línea como Facebook y Twitter ha aumentado. Al mismo tiempo, han surgido cuestionamientos sobre el papel que han jugado las empresas de tecnología en este problema. “El clima en algunos segmentos de las redes sociales y otros espacios en línea ha sido llamado un ‘basurero incendiado’ de veneno, desinformación, teorías de conspiración y violencia”, establece el texto.
En ese contexto, el grupo de académicos de ambos centros de pensamiento decidió consultar a varios expertos y centralizar las conversaciones en torno a la evolución de la esfera pública digital. En total, consultaron a 862 innovadores y desarrolladores de tecnología, líderes empresariales y políticos, investigadores y activistas. Cada uno respondió al menos una de las preguntas del informe.
Frente a la principal pregunta del sondeo —de cara al 2035, ¿se modificarán los entornos digitales y el uso que las personas hacen de ellos de manera que sirvan de manera significativa al bien público?—, el 61 por ciento eligió el “sí” mientras el 39 por ciento eligió la opción “no”, afirmando que para ese entonces los espacios digitales y el uso que las personas hagan de ellos no cambiarán de manera que contribuyan significativamente al bien público.
Sin embargo los autores aclaran que una gran parte de los que eligieron “sí” también escribieron en sus respuestas que los futuros cambios podrían ir en cualquier dirección. A menudo enumeraron uno o más obstáculos difíciles de superar para lograr ese resultado.
Adicionalmente, en respuesta a una pregunta en la que se indagó sobre cómo veían la evolución de los entornos digitales, la mayoría (el 70 por ciento) dijo que la evolución tecnológica actual tiene aspectos positivos y negativos, el 18 por ciento dijo que los espacios digitales están evolucionando de una manera mayoritariamente negativa que probablemente derivará en un peor futuro para la sociedad, el 10 por ciento dijo que el mundo en línea está evolucionando de una manera mayormente positiva que probablemente llevará a una sociedad mejor, y alrededor del 3 por ciento dijo que los espacios digitales no están evolucionando en una dirección u otra.
Para el Reuters Institute, un hecho que pudo haber influido en la lectura que hicieron los especialistas fue el ambiente de negativismo impulsado por la pandemia de Covid-19 y la creciente preocupación de la sociedad sobre asuntos como el cambio climático y la justicia social.
El informe destaca las ideas más llamativas expuestas por los expertos. A continuación, reproducimos algunas de ellas:
–Carolina Rossini predijo que existirá una agencia reguladora para monitorear el impacto de la tecnología en la salud; una especie de Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) para algoritmos. Esta surgirá a medida que se coloquen en los cuerpos de las personas un número cada vez mayor de herramientas de tecnología digital.
–Raashi Saxena dijo: “no tenemos una lista global y consensuada de daños digitales que se nos puedan infligir… primero tenemos que definir los derechos a proteger”.
–Jerome Glenn dijo que surgirá una nueva civilización a medida que la “era de la información” dé paso a la “era de la tecnología consciente” a través de la fuerza de dos grandes tendencias: “primero, los humanos se convertirán en cyborgs, a medida que nuestra biología se integre con la tecnología. En segundo lugar, nuestro entorno construido incorporará más inteligencia artificial”.
–Beth Simone Noveck espera nuevos “modelos de gobernanza” para los espacios públicos en línea que permitan a los ciudadanos participar directamente en la formulación de políticas y la prestación de servicios.
–James Hendler cree que habrá avances tecnológicos que permitirán a las personas controlar sus identidades en línea y preferencias de privacidad de manera que frustren los esquemas de vigilancia omnipresentes.