Pasar al contenido principal

Lecciones sobre noticias falsas, TikTok y memes: así funciona el método finlandés para combatir la desinformación

Image
sillas en un salón
Fuente: Pexels

10 de Abril de 2023

Finlandia ocupa el primer puesto, entre 41 países europeos, en resiliencia contra la desinformación. El país nórdico obtuvo este lugar por quinta vez consecutiva en una encuesta publicada en octubre de 2022 por el Open Society Institute de Sofía, en Bulgaria. El éxito finlandés no se debe solo a un sólido sistema educativo, uno de los mejores del mundo, sino también a una estrategia creada para que los jóvenes aprendan sobre las noticias falsas desde el preescolar. En Finlandia, la alfabetización mediática hace parte del plan de estudios básico a nivel nacional.

Un artículo escrito por Jenny Gross y publicado recientemente en The New York Times desglosa el funcionamiento del sistema creado en el país nórdico. 

El sistema

A pesar de que los adolescentes de hoy crecieron con las redes sociales, esto no significa que sepan identificar y protegerse de videos falsos de políticos o noticias con contenido engañoso en TikTok. De hecho, un estudio publicado el año pasado en el British Journal of Developmental Psychology encontró que la adolescencia podría ser un momento pico para creer en las teorías de conspiración, y un factor contribuyente podrían ser las redes sociales que influyen fuertemente en las creencias de los jóvenes sobre el mundo.

En este contexto, el estado finlandés requiere que todos los maestros enseñen alfabetización mediática. Sin embargo, cada docente cuenta con la libertad de diseñar sus lecciones. “No importa lo que el maestro esté enseñando, ya sea educación física, matemáticas o lenguaje, es necesario que piense cómo incluir estos elementos en su trabajo con niños y jóvenes”, le dijo Leo Pekkala, director de Instituto Nacional Audiovisual de Finlandia, que supervisa la educación en medios, a The New York Times.

Gross relata que una profesora de secundaria les pidió a sus estudiantes que editaran sus propios videos y fotos para que comprobaran lo fácil que es manipular la información en internet. Por otro lado, una maestra en Helsinki, Anna Airas, les pidió a sus alumnos que buscaran en internet palabras como “vacunación” para luego discutir el funcionamiento de los algoritmos de los motores de búsqueda. Sus estudiantes concluyeron que los primeros resultados pueden no ser siempre los más confiables. Otros maestros le contaron a la periodista del Times que a raíz de la guerra en Ucrania habían utilizado sitios de noticias y memes rusos para hablar sobre los efectos de la propaganda patrocinada por el Estado.

Las clases

De acuerdo con varios docentes finlandeses consultados por el Times, crear lecciones efectivas para estudiantes de cualquier grupo de edad puede ser un desafío. “Es mucho más fácil hablar de literatura, que hemos estado estudiando durante cientos de años”, le dijo Mari Uusitalo, maestra de secundaria y preparatoria en Helsinki, a Jenny Gross.

Por eso, Uusitalo comienza con lo básico, enseñando a los estudiantes la diferencia entre lo que ven en Instagram y TikTok y lo que leen en los periódicos finlandeses. “Realmente no pueden entender las noticias falsas o la información errónea si no entienden la relación entre las redes sociales y el periodismo”, comentó la profesora.

Uusitalo ha notado una clara disminución en las habilidades de comprensión de lectura en los últimos 16 años que lleva trabajando como docente. La maestra atribuye esta tendencia a que los estudiantes pasan menos tiempo leyendo libros y más tiempo viendo videos. Con habilidades de lectura más deficientes y períodos de atención más cortos, los estudiantes son más propensos a creer en noticias falsas o no tener suficiente conocimiento sobre los temas para identificar información engañosa o incorrecta.

La profesora Uusitalo suele utilizar casos de la vida real para suscitar reflexiones entre sus estudiantes. Cuando circularon unos videos en los que aparecía Sanna Marin, primera ministra de Finlandia, bailando y cantando en una fiesta, Uusitalo moderó una discusión sobre cómo las noticias pueden originarse a partir de videos que circulan en las redes sociales. Algunos de sus estudiantes creían que la primera ministra estaba consumiendo drogas en la fiesta después de ver videos de TikTok y Twitter en los que se sugería esto. Pero los medios finalmente desmintieron esto luego de que Marin se sometiera a una prueba de drogas que resultó negativa.

Uusitalo dijo que su objetivo es enseñarles a sus estudiantes métodos que puedan usar para distinguir la verdad de la ficción. “No puedo hacer que piensen como yo”, dijo. “Solo tengo que darles las herramientas para que formen sus propias opiniones”.

Los resultados

Después de Finlandia, los países europeos que ocuparon el primer lugar en resistencia a la desinformación en la encuesta del Open Society Institute fueron Noruega, Dinamarca, Estonia, Irlanda y Suecia. Los países más vulnerables a la desinformación fueron Georgia, Macedonia del Norte, Kosovo, Bosnia y Herzegovina y Albania. Los resultados de la encuesta se calcularon en función de las puntuaciones de libertad de prensa, el nivel de confianza en la sociedad y las puntuaciones en lectura, ciencias y matemáticas.

Estados Unidos no fue incluido en la encuesta, pero otras investigaciones muestran que las noticias falsas y la desinformación han cobrado fuerza desde 2016. Al mismo tiempo, la confianza de los estadounidenses en los medios de información está cerca de un mínimo histórico. Una encuesta de Gallup, también publicada en octubre, arrojó que solo el 34 por ciento de los estadounidenses confiaba en los medios para informar las noticias de manera completa, precisa y justa. Mientras tanto, en Finlandia, el 76 por ciento de las personas considera que los periódicos impresos y digitales son confiables, según una encuesta publicada en agosto. Esta pesquisa fue encargada por un grupo comercial que representa a los periódicos finlandeses y que fue realizada por IRO Research, una empresa de investigación de mercado.

Sin embargo, tal y como reseña el Times, Finlandia tiene una posición ventajosa a la hora de contrarrestar la desinformación. Su sistema de escuelas públicas es uno de los mejores del mundo, y la educación superior es gratis. La población confía en el gobierno y los maestros son figuras muy respetadas. Finalmente, Finlandia fue uno de los países europeos menos afectados por la pandemia.

Además, solo unos 5,4 millones de personas hablan finlandés en todo el mundo. Leo Pekkala señaló que por este motivo los artículos que contienen falsedades escritos por hablantes no nativos a veces pueden identificarse fácilmente debido a errores gramaticales o sintácticos.

Finlandia desarrolló sus objetivos nacionales para la educación mediática en 2013 y aceleró su campaña para enseñar a los estudiantes a detectar información errónea en los años siguientes. Especialmente desde la guerra entre Ucrania y Rusia, con quien comparte una frontera de 833 millas. Paivi Leppanen, coordinadora de proyectos de la Agencia Nacional de Educación de Finlandia, una agencia gubernamental, dijo que la amenaza de la desinformación rusa sobre temas como la candidatura de Finlandia para unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) “no ha cambiado los conceptos básicos de lo que hacemos, pero nos ha demostrado que este es el momento para lo que hemos estado preparando”.

Aún así, el gobierno finlandés dice que los estudiantes son el grupo poblacional más fácil de alcanzar. De acuerdo con el Times, ahora que existen programas para los jóvenes, el gobierno está empezando a utilizar las bibliotecas públicas como centros de alfabetización mediática para personas mayores. El objetivo, según Leo Pekkala, es que logren identificar información en línea que tiene la intención de engañarlos.