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Para innovar hay que equivocarse, dice Graziela Di Giorgi

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30 de Octubre de 2017

La gerente general y directora de innovación de Scopen Brazil mostró un estudio según el cual existe una relación de 2:1 en las personas respecto a dudar entre algo positivo y algo negativo. Es decir, la gente espera fracasar dos veces, antes que triunfar una.

Cortesía: Cartagena Inspira

Esta ingeniera industrial y máster en dirección de empresas, escritora de temas relacionados con el marketing y la comunicación, investigadora y analista experta en proyectos de innovación dictó la conferencia ‘El Mindset de las empresas Innovadoras’ en Cartagena Inspira 2017.

En ella se enfocó en aspectos que son necesarios para las compañías a la hora de mantener su propósito de darles valor a sus clientes e innovar.

Según la ejecutiva, los clientes se sienten atraídos por la creatividad de las agencias, y estas en muchos casos la descuidan, pasando a ser compañías de tipo Iguana, que “solo se preocupa por sobrevivir, es egoísta con los clientes porque no les brinda valor. No es visionaria, pues se estanca en el inmediatismo y se olvida de mantener el interés de los clientes hacia su marca, entrando en el autocentrismo”

El tipo de empresa que Di Giorgi impulsa a crear es la de tipo Humana, ya que esta tiene los tres aspectos importantes de las compañías: empatía, valor y razón. Con ello poseen lo necesario para mantener su propósito, darles valor a los clientes e innovar.

Sin embargo, como muchas veces lo que es nuevo también es rechazado por ser distinto, debido a que los consumidores no lo entienden, Di Giorgi pregunto hasta qué punto es tan bueno innovar.

¿Qué hacen las marcas innovadoras? “Estas marcas se centran en el ‘por qué se hace’ en vez del ‘qué se hace’; en el ‘hacer y ejercer’ antes de que ‘hablar de lo que se hará’”. Las marcas humanas practican su propósito en cada cosa que hacen. Empresas como Amazon utilizan sus ingresos para innovar y entregarles valor a los clientes con sus productos o servicios. En cambio las empresas de tipo Iguana solo pretenden aumentar sus ingresos por lucro, desviándose del propósito y la innovación.

Di Giorgi también habló sobre las necesidades de las personas y el público objetivo al que se enfrentan las empresas. Tomó como ejemplo el iPhone y destacó que “cualquiera persona puede tener uno, desde un niño hasta un anciano” porque “contiene aplicaciones que sirven para satisfacer las necesidades de cada tipo de persona. Por lo tanto, cada iPhone es diferente”.

Con este ejemplo señaló que al brindar no solo un producto, sino también un servicio, personas que no se sentían atraídas por la marca empiezan a notar el cambio y a volverse clientes. Y todo porque se conecta el producto con el servicio, y se satisface la necesidad del público objetivo.

La investigadora concluye con una lista de pasos que se deben seguir para saber cómo innovar. Cambiar de Mindset es de suma importancia, pasar de ver para creer a creer para ver. Se trata de invertir la pirámide, hacer todo de una manera diferente.

Señaló que también se debe ampliar la visión de la compañía e identificar las necesidades. Y el último paso es empezar pequeño: “Hay que dedicarle 10% al error, 20% a la solución y el 70% al éxito” recomendó Di Giorgi.

Para cerrar su intervención, lanzó una nueva pregunta: “¿Cuánto tiempo dedicas a errar? Siempre que se arriesga, se gana. Así se creó la cultura que asume riesgos”.

Tania Andrea Torres