
01 de Septiembre de 2025
En una nota para Press Gazette, Paul Deegan, director ejecutivo de News Media Canada, y Wout van Wijk, director ejecutivo de News Media Europe, expusieron la preocupación de los editores sobre cómo el avance de la inteligencia artificial y el dominio de las grandes plataformas tecnológicas ponen en riesgo el futuro del periodismo profesional.
A medida que Canadá y la Unión Europea se acercan a un posible Acuerdo de Comercio Digital, los autores advierten que las compañías de inteligencia artificial están extrayendo y resumiendo contenidos directamente de artículos publicados mediante técnicas de retrieval-augmented generation. Según explican, los medios de información son la fuente más utilizada por los modelos de lenguaje para obtener datos actuales, y estos los emplean sin autorización ni compensación. Como resultado, los resúmenes de IA terminan funcionando como un sustituto del material original.
Este fenómeno, añaden, mantiene a los usuarios dentro de los ecosistemas cerrados de las grandes plataformas, en lugar de dirigirlos hacia los sitios web de noticias mediante enlaces. Al privar a los editores de audiencia, su capacidad para generar ingresos mediante publicidad y suscripciones se reduce de manera significativa. En palabras de los autores, “sin clics no hay dinero” para los negocios de noticias, mientras que las compañías de IA sí obtienen ganancias tanto por la venta de anuncios como por suscripciones a sus productos premium, incluso cuando se trata de contenido protegido por derechos de autor o sujeto a pago.
Riesgos de los resúmenes de IA para los lectores
Deegan y van Wijk subrayan que abundan los ejemplos de resúmenes generados por IA que entregan resultados de mala calidad, con información imprecisa, irrelevante, desactualizada o incluso dañina. Esto ocurre porque los modelos de lenguaje no cumplen estándares periodísticos ni son capaces de distinguir entre hechos y opiniones sin apoyarse en el trabajo de periodistas y creadores.
La BBC lo resume de forma tajante: “Los asistentes de IA tienen problemas significativos con la precisión factual básica… El rango de errores introducidos por los asistentes de IA va más allá de simples inexactitudes. Los asistentes de IA que probamos tuvieron dificultades para diferenciar entre opinión y hecho, editorializaron y con frecuencia no incluyeron el contexto esencial. Incluso cuando cada afirmación individual es correcta, estos problemas pueden dar lugar a respuestas engañosas o sesgadas.”
Si los editores no logran monetizar el contenido, sostienen los autores, tampoco podrán reinvertir en el periodismo confiable y riguroso que los lectores necesitan para tomar decisiones informadas y participar activamente en procesos democráticos.
Desde su perspectiva, las empresas de IA están “robando” contenidos y usándolos en su contra. “Están explotando y canibalizando material propietario, aprovechándose del trabajo de los editores y enriqueciéndose ilegalmente”, escriben. En esencia, actúan como sindicadores de noticias sin licencia, lo que califican como injusto, anticompetitivo y contrario al interés público. Además, advierten que esta dinámica también debilita los esfuerzos de los gobiernos por promover un desarrollo responsable de la IA, el cual requiere acceso a información de calidad producida por humanos.
En este contexto, un acuerdo comercial digital entre Canadá y la Unión Europea podría convertirse en un punto de apoyo para fomentar la innovación tecnológica de manera ética y responsable. Según los autores, ese marco debería garantizar al menos cinco principios: proteger la propiedad intelectual, asegurar una compensación justa a los editores, atribuir claramente las fuentes originales, permitir que los medios se excluyan de los resúmenes de IA sin ser penalizados en buscadores y, finalmente, garantizar que los resultados de búsqueda no sean manipulados de forma discriminatoria.
En la negociación de este posible acuerdo, recomiendan que los responsables comerciales tengan en cuenta los Principios Globales para la Inteligencia Artificial, elaborados en 2023 por 26 organizaciones, entre ellas News Media Canada y News Media Europe. Entre sus ejes están el respeto a los derechos de autor, el impulso de modelos de licenciamiento eficientes para entrenar sistemas de IA confiables, la transparencia que permita a los editores proteger sus derechos en los conjuntos de datos de entrenamiento y la correcta atribución del contenido a los editores originales.
La protección de los derechos de autor debe aplicarse
Deegan y van Wijk también alientan a los negociadores de Canadá y la UE a tener presente el desequilibrio de poder entre los editores y las plataformas digitales, y a establecer medidas para reducir esta asimetría.
En contraste con la postura estadounidense, cuyo Plan de Acción sobre IA busca “alcanzar y mantener un dominio tecnológico global indiscutido e incuestionable” sin mencionar siquiera la palabra “copyright”, los autores sugieren que Canadá y Europa se alineen en un camino de cooperación regulatoria. El objetivo sería apoyar un desarrollo tecnológico justo y descentralizado, protegiendo la propiedad intelectual y permitiendo que los editores sigan invirtiendo en periodismo original y verificado de alta calidad.
El periodismo confiable, enfatizan, es la mejor defensa contra la desinformación en línea y, a su vez, fortalece la sostenibilidad de modelos de IA innovadores. Una prensa libre, independiente y plural es pilar esencial de la democracia, ya que permite vigilar a quienes ejercen poder, mantener a la ciudadanía informada y resistir la manipulación informativa y la propaganda estatal.
Sin embargo, advierten que la expansión del contenido generado por IA, distribuido sin verificación, sin transparencia y sin responsabilidad legal, amenaza con debilitar la confianza pública en las fuentes editoriales profesionales. Cuando este tipo de información se trata como equivalente al periodismo, se afecta directamente la calidad del debate público y de la toma de decisiones en las democracias.
Para que la prensa libre y plural siga siendo viable, concluyen, los proveedores de IA no deben usar el contenido de los editores para construir ni operar sus productos sin consentimiento, reconocimiento y compensación.
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